jueves, 8 de octubre de 2015

Comenzando de nuevo :)


Así que después de tanto desmadre despapaye, vuelvo a sentirme yo. Las cosas que he escrito aquí me parecen bastante lejanas, pareciera como si ni siquiera me hubieran pasado a mí. 

Y es por eso que he decidido escribir qué fue lo que hice para salir de mi ansiedad y para poder ser algo más que mi ansiedad:

1-Agradece TODO

Cada día es un regalo, ¡y se debe de agradecer! Absolutamente todo es algo que Dios/Naturaleza/Energía/Amor/Universo/Vida te está brindando. Desde una sonrisa que te dedicó el vecino, hasta la música que está en la radio.

Al principio es difícil agradecerle a alguien/algo por todo, y más cuando te está llevando la chingada, pero es algo que te va a sacar poco a poco del hoyo. Yo recomiendo hacer este ejercicio sobre todo en la noche porque haces un recuento de tu día y agradeces lo que te pasó y pides más fuerza/amor para el siguiente día; digo, si lo quieres hacer también en la mañana pues súper bien *like*.

Con este ejercicio te puedes dar cuenta que verdaderamente tu vida no es tan mierda como parece, y con el tiempo no vas a esperar que todos los días te regalen un coche, sino que vas a saber apreciar las pequeñas muestras de cariño.

Y aquí entre nos, no hay mejor forma de agradecerle a las personas que con un abrazo o con una sonrisa. Así que deja los agradecimientos sean tangibles como lo son los regalos de Dios/Naturaleza/Energía/Amor/Universo/Vida. Básicamente, agradece tanto con la boca que con el corazón.

2-Deja de preocuparte y mejor ocúpate:

Aquí hay dos vertientes: 

I)No estás haciendo nada, te ahogas en tus pensamientos y/o todo te pone de nervios

¡Ponte a hacer algo de provecho! ¡Haz servicio social! La mejor forma de ayudarte es ayudando a los demás. Conoce sus realidades, interésate en sus vidas, comparte tus experiencias e escucha las suyas. 

Para esto puedes ir a alguna escuela pública, albergues, casa de migrantes, orfanatos, residencias de adultos mayores, comedores, asociaciones civiles... Sin embargo, siempre puedes empezar desde tu casa lavando trastes, cuidando a la mascota, arreglando tu cuarto, saludando con alegría. En fin, tu imaginación es el límite. 

II)Haces un chingo de cosas, no tienes tiempo para ti ni para otras actividades y el estrés está al tope

Creo que mi primera pregunta sería ¿hace cuánto que no tomas un descanso de todo? ¿por qué es tan urgente que hagas todas las cosas que actualmente estás haciendo?

Si tus respuestas fueron algo así como: "es que lo tengo que hacer porque sino ¿quién lo hace?; tengo que hacerlo; soy la única persona que puede hacerlo; mi vida depende de ello" lamento decirte que estás muy equivocad@. La vida es para disfrutar. Y sí, muchas veces uno se tiene que apretar el cinturón y seguirle, pero si te está haciendo sentir mal lo que estás haciendo simplemente no lo hagas. 

Por lo tanto, sería una buena idea que hicieras una lista con las cosas que te gusta hacer. Tal vez siempre has tenido de aprender a tocar el piano y no habías podido, así que ahora es esa oportunidad. Tómate las cosas con calma, sal de ese ciclo del trabajo-estrés y disfruta de la vida. 

3- Sé la persona que quisieras conocer

Muchas veces uno se deprime porque no sabe qué hacer con su vida (JA) y no tiene rumbo. En estas ocasiones se debe de hacer otro camino e ir construyendo cosas nuevas en nuestra vida. 

Es por eso que yo recomiendo que día a día tú trabajes para ser esa persona que quisieras conocer. Con esta meta tan simple empezarás a descubrirte y sabrás realmente qué esperas de ti. 

En mi caso, yo trabajo día a día para ser una persona que tenga mucha cultura general, que haya trabajado en ONGS y que sepa hablar muchos idiomas.

4-¡Siéntete vivo!

Una de las cosas más divertidas que he hecho es gracias a este verano. Poco a poco me di cuenta que es GENIAL hacer las cosas que te dan miedo o las que siempre has querido hacer. Es decir, ¡aventarse a hacer las cosas!

Por ejemplo, hablarle a la persona que te gusta, correr en la calle sin ninguna razón aparente, hablar con un desconocido, poner música a todo volumen en un lugar público, desconectarse un día del teléfono, dormir en tu coche... Y la que más recomiendo si te quieres ir al extremo dile a la persona que te gusta que te gusta; de verdad es lo mejor, el corazón te explota y por más tonta que sea la acción que quieras hacer, vas a sonreír. 



¿Y tú? ¿Qué recomiendas hacer? 

Déjame tu respuesta en los comentarios o sígueme en Twitter: @AmeliaKayBlog


















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